En el marco de ese aniversario, se desarrolló un nuevo acto de homenaje a todas las víctimas del terrorismo que contó con la participación de la Policía Local, el Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil y el Ejército del Aire. Un representante de cada cuerpo leyó las personas asesinadas por ETA en territorio andaluza a lo largo de su historia, así como una reflexión sobre una víctima de ETA herida en un atentado en Portugalete que concluía instando a que haya "memoria, dignidad y justicia". Antes, el alcalde Manolo Barón introdujo el acto leyendo un relato del libro "Vidas Rotas" sobre el cruel secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco, sobre el que también intervino una invitada de excepción como fue la diputada nacional Teresa Jiménez Becerril, hermana del concejal sevillano Alberto Jiménez Becerril que falleciera asesinado, junto a su mujer, víctima de otro cruel atentado de ETA a comienzos de 1998.
Jiménez Becerril reflexionó sobre la importancia de hacer visibles los testimonios de las víctimas del terrorismo, afirmando que el asesinato de Miguel Ángel Blanco supuso un antes y un después "porque consiguió que la sociedad despertara del letargo en el que estaba sumido por la actividad terrorista de ETA". En este sentido, también consideró que "hay que seguir combatiendo a ETA hoy en día", puesto que puede que aún siga viva en el seno de varios partidos y agrupaciones políticas a pesar de la retirada pública de su actividad armada. Tuvo un especial recuerdo para su hermano y su cuñada "cuyos delitos fueron simplemente salir a tomar una cerveza en Sevilla", componiendo un desgarrador testimonio y una profunda reflexión sobre el terrorismo y lo que conllevaron dichos asesinatos.
El alcalde Manolo Barón cerró el acto con unas palabras de recuerdo y homenaje a todas las víctimas de terrorismo, pidiendo la unidad de todos para mantener el Estado de Derecho y la Libertad en una sociedad en la que debe seguir imperando el respeto por encima de todo como hecho que garantice nuestro futuro: "Da igual el nombre y los apellidos que tengamos, simplemente queremos decir con nuestra voz, y también con nuestro silencio, que queremos la libertad y la democracia". Además reconoció nuevamente la labor que desarrollan las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Un emotivo minuto de silencio sirvió como telón de fondo para una nueva jornada de homenaje tanto a Miguel Ángel Blanco como, por extensión, a todas las víctimas del terrorismo en España.
